Blog educativo para secundaria y bachillerato

Lengua Castellana y Literatura

viernes, 24 de febrero de 2012

El mercado, la plaza, los hospitales, los cementerios: espacios de relación

Apartados 4 trabajo “El coloquio de los perros”

Ejemplo

1“El desenfado y la constelación de personajes admirables, nobles, cargados de idealidad y finales felices que exhalan novelas como La española inglesa, Las dos doncellas… contrastan con el pesimismo inmanente del final de El Coloquio de los perros, pesimismo inmanente y social, pero optimismo trascendente en función de una idealización platónica de la Idea de Virtud”

http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/coperros.html

Entre las funciones de un novelista se encuentra, como no puede ser de otra manera, la observación atenta de la realidad social. Debe ser ésta una mirada inserta en las complejas relaciones, dejando al descubierto los impulsos, prejuicios y necesidades de una población desvalida ante los intereses de una élite burócrata que solo obedece a los mecanismos del mercado.

Cervantes recrea lo ya vivido en persona, atenta contra las vanas herencias del linaje y se posiciona frente a la valía formativa de las capacidades del ser. Su paso por los conflictos generó un alarde creativo sin igual en su época, y determinó desde entonces el grado de implicación de los intelectuales.

El cómic no es un arte menor

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/23/album/1330015350_255132.html#1330015350_255132_1330015505

Vocales- soneto de Arthur Rimbaud

Como ejemplo de alarde sinestésico este soneto

A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales,
diré algún día vuestros latentes nacimientos.
Negra A, jubón velludo de moscones hambrientos
que zumban en las crueles hediondeces letales.

E, candor de neblinas, de tiendas, de reales
lanzas de glaciar fiero y de estremecimientos
de umbrelas; I, las púrpuras, los esputos sangrientos,
las risas de los labios furiosos y sensuales.

U, temblores divinos del mar inmenso y verde.
Paz de las heces. Paz con que la alquimia muerde
la sabia frente y deja más arrugas que enojos.

O, supremo Clarín de estridores profundos,
silencios perturbados por ángeles y mundos.
¡Oh, la Omega, reflejo violeta de Sus Ojos!

http://es.wikipedia.org/wiki/Vocales_(Poema)

martes, 21 de febrero de 2012

Documental: Drácula

Interesante documental sobre los orígenes del personaje, su zona de dominio, los intereses económicos y algunas curiosidades diversas.
Lo ví recientemente en uno de los canales de documentales del canal plus.
Insisto, curioso y objetivo, fuera de tremendismos,
verdadero trabajo de documentación.

http://youtu.be/D0Qao5xbr4A

Control tema 6

http://dl.dropbox.com/u/59705730/06-contr.doc

martes, 14 de febrero de 2012

Tópicos literarios

http://dl.dropbox.com/u/59705730/T%C3%93PICOS%20LITERARIOS.doc

8 de Marzo

Repaso sintaxis: complementos verbales

LENGUA: SINTAXIS

1. Funciones sintácticas: Complementos verbales

1.1. LA FUNCIÓN DE SUPLEMENTO

El término suplemento se utiliza para hacer referencia a la función sintáctica que aparece en algunos usos lingüísticos y que coincide semántica y formalmente con la función de c.directo y de c. circunstancial, respectivamente.

Todos pensamos esas cosas / todos pensamos en esas cosas

c.d. suplemento (c.c.)

Aunque es un término de creación reciente, cada vez aparece con mayor frecuencia, ya que en los usos de la lengua se dan a menudo algunos verbos que exigen como complemento (para precisar su significado y marcar el proceso de la acción verbal indicada) un sintagma preposicional, cuya forma no se corresponde con la del c. directo, que sólo admite la preposición a, y sólo en determinados usos:

Los hijos de mi vecina hablaban eso

Los hijos de mi vecina hablaban de eso

Por otra parte, y aunque coincide con el complemento circunstancial, que es la función que se marca en muchos de los análisis sintácticos, es preferible la introducción del término suplemento, ya que así de alguna forma marcamos la diferencia significativa que estas funciones presentan respecto al complemento circunstancial, puesto que son funciones cuya presencia en el predicado no responde a una información añadida – como ocurre con el complemento circunstancial-, sino al objeto de la acción verbal:

Los niños pensaban eso el otro día

Los niños hablaban del otro día en la fiesta

Ejercicios

a) Indicar si son complementos circunstanciales o suplementos los sintagmas preposicionales de la frases que siguen:

1. Todos nos preocupamos de tu suerte

2. Se lamentan de lo sucedido

3. Me castigarán por mi comportamiento

4. Siempre dudan de nuestro valor

5. Se sienten orgullosos con sus familia

6. Nos recibieron con aplausos

7. Estábamos hablando de las vacaciones de bucaneros

b) Señalar si los sintagmas subrayados funcionan como complemento directo o como suplemento; e indicar las diferencias de significado que puedan presentar estas estructuras próximas (complemento directo y suplemento)

1. Tenemos que tratar de todos esos asuntos mañana

2. Mañana trataremos todos esos asuntos

3. Se encontró a sus amigos en el parque

4. Se encontró con sus amigos en el parque

5. Los presidentes de los equipos de fútbol siempre critican a los árbitros

6. Los presidentes de los equipos de fútbol siempre se quejan de los árbitros

1.2.LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO DEL NOMBRE

Llamamos complemento del nombre a la función que está representada por un nombre que complementa a otro nombre:

El coche de mi madre es automático

El complemento del nombre lleva siempre preposición; la preposición más usada es la preposición de: libro de lengua; hoja de papel…, pero pueden aparecer asimismo otras preposiciones:

Cuaderno de matemáticas

Café con leche

Fresas sin azúcar

Evangelio según San Mateo

Vestido a rayas

También el complemento del nombre puede referirse y complementar a un adjetivo referido a un nombre:

Limpio de corazón

Apto para el estudio

Experto en informática

Vestido a rayas

Ejercicios

a) Señalar los sintagmas preposicionales que aparecen subrayados y precisar su funcionan como complemento circunstancial o como complemento del nombre.

1. Casa con dos puertas mala es de guardar

2. No guardes los cuadernos con las gafas

3. Las penas, con pan son menos

4. Se han llevado al vecino del quinto

5. Lleva un vestido con bolsillos rojos

6. El traje lo confeccionó con tela fina

7. La escalera de caracol llega hasta la buhardilla

8. Obtuvo el cargo por sus propios méritos

9. Mi hija es experta en matemáticas

10. Han construido un hotel de cinco estrellas

11. he comprado dos cerraduras con anillos

1.3.LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO AGENTE

El complemento agente es la función que usamos en las oraciones pasivas para indicar quién es el agente de la acción expresada:

El libro es leído por los alumnos

La lección fue estudiada por los alumnos

Por los alumnos, es el complemento agente de las oraciones pasivas, y, a la vez, el sujeto lógico de la acción oracional expresada: los alumnos leen el libro /estudian la lección.

Este complemento va introducido en la lengua moderna casi exclusivamente por la preposición por:

El pan es comido por el perro

El coche fue desviado por la policía

En algunos usos lingüísticos, fundamentalmente con verbos que indican conocimiento, puede alternar en el uso la preposición de:

La noticia es conocida por todos / de todos

Pero es ya bastante raro el uso de la preposición de en otro tipo de expresiones que sí eran frecuentes entre los clásicos: de muchos era temido / era aborrecido de todos

EJERCICIOS

a) Señalar el complemento agente que aparece en las siguientes oraciones:

1. La niña fue vista por su hermano en el parque

2. El museo fue visitado por la mañana por los escolares.

3. Estas noticias son conocidas de todos vosotros

4. Las estrellas fueron vistas a través de los telescopios por todos los vecinos

5. Los ponentes fueron criticados por la gente por incoherentes.

6. El coche fue desviado por un atajo por la policía.

b) Analizar los sintagmas introducidos por la preposición por e indicar si funcionan como complemento agente o como complemento circunstancial:

1. Debes ir al quiosco por el periódico

2. Yo por ti, lo que tú quieras.

3. Lo haré por la conveniencia mía.

4. Esta liga ha sido ganada por el Barcelona.

5. Mi padre camina con cuidado, y siempre por la acera.

6. Ese asunto lo arreglaremos por las buenas.

LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO PREDICATIVO

El término de complemento predicativo se utiliza para denominar a los sustantivos, adjetivos o sintagmas preposicionales que se caracterizan por complementar a la vez al verbo y a un sintagma nominal que funciona como sujeto o complemento directo:

Juan llegó cansado

El entrenador vio a los jugadores cansados

Eligieron a mi hermano presidente

Pintaron a la Gioconda con bigote

Propiamente, el complemento predicativo no es más que una variante del atributo o del complemento directo.

a) El complemento predicativo es el atributo que va con los verbos atributivos que no sean ser y estar:

Los amigos están / son felices (atributo)

Los amigos se encuentran

viven

parecen

se sienten felices (c. predicativo)

andan

se hallan

se creen

b) Usamos también de complemento predicativo para referirnos a los sintagmas que expresan las cualidades del complemento directo:

Mi padre encontró a sus nietos muy crecidos

Hemos visto cansados a los jugadores del equipo.

También denominados complemento predicativo al complemento directo de cosa de una serie de estructuras oracionales heredadas del latín que admiten el uso de dos complementos directos: uno de persona y otro de cosa (c. pred.):

Eligieron a mi padre presidente.

EJERCICIOS

a) Indicar si los complementos predicativos que aparecen se refieren al sujeto o al complemento directo:

1. A los compañeros los vimos muy tristes

2. La fiesta resultó aburrida.

3. El pescador miró incrédulo lo que colgaba del puente del río.

4. Mi vecina se presentó ayer en casa muy apenada.

5. Ayer acabamos todos muy cansados

6. Mis hijos consideraron justa mi propuesta.

7. Esperaron tranquilos la llegada del profesor.

8. Los alumnos encontraron rotos los cristales de la clase.

IV. LA FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

El complemento circunstancial es la función oracional que indica en qué circunstancias (lugar, tiempo, modo, cantidad…) se desarrolla la acción verbal:

Antonio trabaja en Soria /todos los días /con ilusión /cinco horas diarias /con sus hijos / en el instituto…

El complemento circunstancial puede llevar cualquiera de las preposiciones, pero puede aparecer también sin preposición:

Todos los días viajan en tren mis hijos.

Por la diversidad de valores que puede presentar y por admitir el uso de todas las preposiciones, el complemento circunstancial es una categoría funcional que nos sirve de “cajón de sastre”, donde incluimos la mayoría de los complementos de difícil categorización. Así:

El niño piensa eso / el niño piensa en eso

c.d. c.c./suplemento

Antonio es madrileño / Antonio es de Madrid

Atributo c.c./frase atributiva

EJERCICIOS

a) Señalar los complementos circunstanciales que aparecen en las frases que siguen:

1. Lo hacen con frecuencia.

2. Toca con todos los dedos el piano.

3. Tú no vendrás con nosotros.

4. Viene todos los primeros viernes de Cuaresma.

5. Estos zapatos costaron cien euros.

6. Hemos arreglado la rueda con tus herramientas.

7. Todos los días del año hace los mismos ejercicios.

8. Comían en el mismo plato todos los miembros de la familia.

Expresión escrita

Lea el siguiente texto y diga cuál es su tópico o idea central en una sola oración

(Texto 1): Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso, caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sústalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenían que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo como poco a poco las anillas se espejunaban, se iban apeltronando, redupliendo hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariconcia.

Sin embargo, era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía.

De pronto, era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡EVOHÉ! ¡EVOHÉ! Valposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, pérlinos y márulos.

Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Julio Cortázar, Rayuela.

Recursos expresivos

RECURSOS EXPRESIVOS (figuras literarias, retóricas o estilísticas)

La lengua literaria se sirve de la lengua común, pero hay en el que la utiliza, el escritor, una voluntad de estilo. Según Dámaso Alonso, “estilo es todo lo que individualiza a un ente literario”. A la vista de este concepto de estilo se evidencia que hay mucho más que los recursos retóricos para determinar el estilo de un texto. Aquí pretendemos recoger alguno de los recursos más usuales; sin olvidar que en los texto en verso es necesario tener presente, además, la medida, el valor de los acentos, las rimas, las pausas y la configuración estrófica.

I. RECURSOS FÓNICOS.

Aliteración.

Consiste en la repetición de la misma consonante, vocal o sílaba dentro de una misma unidad sintáctica o métrica. Esta repetición puede dar lugar a:

Eufonía. Sonidos agradables al oído:

Con el ala aleve del leve abanico” R. Darío.

Cacofonía. Sonidos desagradables:

“Méjico pájaro regio” R. Darío.

Onomatopeya o armonía imitativa. Imitación de sonidos reales:

En el silencio solo se escuchaba

un susurro de abejas que sonaba.” Garcilaso de la Vega.

Paranomasia.

Consiste en poner cerca dos palabras de sonido parecido, pero de significación distinta. Con ello, se obliga al lector a hacer un esfuerzo intelectual y se subraya el contraste entre conceptos:

“Creemos los nombres

derivarán los hombres.” Juan Ramón Jiménez.

Calambur.

Agrupación de dos o más palabras con el mismo o muy parecido cuerpo fónico y significados distintos:

“¿Este es conde? Sí, este esconde

la calidad y el dinero.” Ruiz de Alarcón.

II. RECURSOS MORFOSINTÁCTICOS O GRAMATICALES.

A. Figuras de posición.

El criterio distintivo de estos recursos es su posición dentro del contexto sintáctico o métrico, ya sea por una ruptura de la disposición habitual o por la insistencia en esa disposición habitual.

Hipérbaton. (Pl, hipérbatos)

Consiste en separar dos palabras estrechamente unidas desde el punto de vista sintáctico, intercalando entre ellas otro miembro de la oración (que puede constar de una o más palabras) que no pertenece a ese lugar:

Vinieron de diablos por ella gran gentío.” G. de Berceo.

Paréntesis.

Corresponde al hipérbaton en un contexto mayor. Consiste en interponer un elemento extraño a la construcción de la frase:

Cayó rendido

-luz sin fuego-

entre las nubes.” Manuel Machado.

Mixtura verborum.

Es otra variante del hipérbaton. El escritor crea un caos sintáctico que exige un gran esfuerzo intelectual del receptor:

“De este, pues, formidable de la tierra

bostezo, el melancólico vacío

a Polifemo, horror de aquella sierra,

bárbara choza es, albergue umbrío” L. de Góngora.

Paralelismo (isocolon).

Consiste en la correspondencia constructiva de varias partes, siempre plurimembres, de un todo sintáctico:

A sus suspiros, sorda,

a sus ruegos, terrible,

a sus promesas, roca.” Tirso de Molina.

Quiasmo.

Consiste en la posición cruzada de elementos correspondientes:

Si es que mueres en él o en él empiezas” Jorge Guillén.

Retruécano (quiasmo complejo).

Es un procedimiento expresivo en el que confluyen diversas figuras: la repetición, la antítesis y el quiasmo. Consiste en el repetición de los mismos elementos, pero invirtiéndolos de forma cruzada y simétrica para generar un sentido antitético:

“¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir lo que se siente? F. de Quevedo.

Correlación.

Correspondencia sintáctica o conceptual entre los miembros de dos o más conjuntos estructurados de forma similar:

“Ni en este monte, este aire, ni este río

corre fiera, vuela ave, pece nada” Góngora.

Una variante de este recurso muy usada en el Siglo de Oro es la llamada correlación diseminativo-recolectiva. En ella los elementos “correlativos” que se han ido diseminando a lo largo de la composición acaban recopilados o recolectados en el verso final. Véase “Mientras por competir con tu cabello” de Góngora o “El humo que formó cuerpo fingido” de Lope de Vega.

B. Figuras de repetición.

Geminación.

Repetición literal de una palabra o grupo de palabras al principio, en el interior o al final de una unidad sintáctica o métrica:

Abenámar, Abenámar

moro de la morería”. Anónimo.

Anadiplosa (anadiplosis o reduplicación).

Repetición del último miembro de un verso o grupo sintáctico al comienzo del siguiente:

Oye, no temas, y a mi ninfa dile, dile que muero Villegas.

Concatenación.

Está constituida por la continuación de una anadiplosa que implica una gradación:

No hay criatura sin amor

ni amor sin celos perfecto

ni celos libres de engaño

ni engaños sin fundamento.” Tirso de Molina.

Epanadiplosis.

Una frase o verso empieza y acaba con la misma palabra:

“Verde que te quiero verde” Lorca.

Anáfora.

Consiste en la repetición de elementos al principio de dos o más versos o frases:

“Temprano levantó la muerte el vuelo,

temprano madrugó la madrugada,

temprano estás rodando por el suelo” M. Hernández.

Epífora.

Repetición al final.

Polisíndeton.

Construcción idéntica de miembros coordinados:

Ven que quiero matar o amar o morir o darte todo” V. Aleixandre.

Poliptoton.

Modificación flexiva (morfemas constituyentes de la categoría gramatical a la que afecte: género o número en el sustantivo; persona, número, tiempo o modo en el verbo, etc) del cuerpo léxico de una palabra:

Gemit, gemiendo, gemir

gemit mis esquivos llantos” Lope de Stúñiga.

Derivación.

Consiste en la repetición de la misma raíz etimológica en palabras distintas. Se confunde con el recurso anterior:

Y yo sueño, en mis sueños, con una patria nueva” J.R. Jiménez.

C. Figuras de omisión.

Elipsis.

Consiste en la omisión de uno o varios elementos de la oración que se sobrentienden gracias al contexto:

Lo bueno, si breve, dos veces bueno” B. Gracián.

Zeugma.

Uso de un elemento sintáctico común para varias unidades análogas. El elemento común puede aparecer al principio, en medio o al final del periodo:

“Ay, me estabas tú viendo,

pero un puño de cal paralizaba

mi lengua pies y manos.” R. Alberti.

Asíndeton.

Agrupación sin conjunciones de elementos coordinados. Al omitir las conjunciones, se da mayor vigor a la frase y se consigue la ilusión de movimiento:

Alegre, fértil, vario, fresco prado.” Herrera.

Para terminar el apartado morfosintáctico, también hemos de tener presente que en el lenguaje literario adquieren especial relevancia:

· La frecuencia de aparición de las distintas categorías gramaticales.

La abundancia de sustantivos y adjetivos produce el llamado “estilo nominal” que es el propio de la descripción y da un ritmo lento al escrito. En el uso del adjetivo hay que poner especial atención a los epítetos.

Por otro lado, la presencia de verbos de acción produce dinamismo y rapidez; su ausencia, reposo y lentitud.

· El valor expresivo de los afijos.

Siempre es interesante hacer notar los matices aportados por los morfemas facultativos, en especial por los diminutivos, despectivos y aumentativos.

· El tipo de construcción oracional.

Cuando abundan las oraciones simples, el estilo es más sencillo y directo que si nos encontramos con largos periodos oracionales que dan solemnidad al discurso.

III RECURSOS LÉXICO-SEMÁNTICOS.

Sinonimia.

Consiste en la repetición del concepto ya expresado con otro término:

“En cárceles de espacio, aéreas llaves

te me encierran, recluyen, roban.” Gerardo Diego.

Gradación.

Se trata de la aparición de elementos cuya intensidad semántica va en aumento o disminución (gradación ascendente o descendente):

“En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada” Góngora.

Pleonasmo.

Consiste en añadir palabras innecesarias para la comprensión del texto, pero que pueden aumentar la expresividad:

“Y vano cuanto piensa el pensamiento.” Lope de Vega.

Diáfora, dialogía o equívoco.

Se trata de repetir una palabra polisémica de manera que en cada ocasión adquiera un significado distinto. También puede tratarse de palabras homónimas.

“Los estafadores [...] hurtaban el rostro ante los recién llegados, quizás por hurtar algo” R. J. Sender.

“Algún día los hierros

de tus balcones

presenciaron a solas

yerros mayores.” Anónimo.

Epíteto.

Con este término se designa el adjetivo explicativo que expresa una cualidad del sustantivo. Según G. Sobejano, es epíteto cualquier adjetivo que acompaña a un sustantivo, delante o detrás de este, “para expresar una cualidad propia o accidental del mismo sin necesidad lógica de expresarla”. El rasgo esencial del epíteto es que se trata de un adjetivo no necesario; sin embargo, la manera de utilizarlo indica la capacidad de observación y expresión del hablante, su visión imaginativa o afectiva de la realidad y ciertas peculiaridades de su personalidad.

Hay diferentes clases. Se habla de epíteto típico cuando el adjetivo de nota una cualidad propia o esencial al sustantivo: “helada nieve”, “noche oscura”. A veces se confunde este adjetivo con el llamado epíteto constante, que se asocia de manera fija a un sustantivo (“manso cordero”); su empleo puede ser un signo de pobreza expresiva y de carencia de originalidad. En la literatura grecolatina y en la medieval se designa como epíteto épico a ciertos adjetivos con los que, de forma ritualizada, se exalta una cualidad del héroe o se fustiga un vicio de sus enemigos: “buen Campeador”, “burgalés complido”. Se habla también de epíteto metafórico, cuando el adjetivo implica una metáfora: “nevadas plumas” por blancos cisnes.

Arcaísmo y neologismo.

Consiste, respectivamente, en la utilización de un término en desuso o de reciente acuñación, en vez del correspondiente en el lenguaje usual. Es difícil determinar si una palabra es arcaica o neológica, pues su antigüedad o novedad se deben medir a partir de los hábitos contemporáneos a la fecha de creación de la obra.

Los tropos.

Constituyen un grupo especial dentro de los recursos del ámbito léxico-semántico. La característica común que comparten es que en ellos el signo lingüístico ha sufrido un giro en su significado. La discrepancia entre la significación habitual de una voz y la que resulta de su empleo trópico produce una tensión en el emisor, que se ve obligado a reconstruir para sí la significación contextual del tropo. Si el tropo se hace habitual (se lexicaliza), ya no produce tensión; pero también puede darse el caso contrario, que la relación entre el signo sustituido y el que lo sustituye permanezca irreconocible y el receptor no comprenda (obscuritas).

El empleo de los tropos representa, por su propia naturaleza, una interpretación de la realidad y contribuye poderosamente a la esteticidad de los textos.

Perífrasis.

Consiste en expresar un concepto mediante un rodeo en vez de hacerlo con la palabra que lo designa directamente. Da a conocer rasgos relacionados con el concepto que trata de comunicar que con la designación directa pasarían desapercibidos, al tiempo que embellece el estilo:

“Doméstico es del sol nuncio canoro” (‘gallo’) Góngora.

Metonimia.

Se trata de la sustitución de un término por otro con el que guarda una relación real de:

a) Causa-efecto (o viceversa). La causa puede ser una persona (autor, propietario, inventor, divinidad...) o una cosa:

Lo visitó Venus” (por el amor)

“Tiene un Goya” (por un cuadro de Goya)

“Respeto las canas” (por la vejez).

b) Continente-contenido. Incluye también la sustitución lugar-habitantes y parte del cuerpo- propiedad:

“Tomemos una copa”

“No tiene corazón”

c) Otras relaciones. La sustitución puede basarse en otro tipo de relaciones con la condición de que éstas sean reales, por ejemplo, el instrumento por el que lo maneja: “Es un espada muy afamado” por “torero”).

Sinécdoque.

Es una especie de metonimia. Consiste en la sustitución de una expresión semánticamente más amplia por otra más restringida, o al revés. Se fundamenta en las relaciones de coexistencia entre el todo y sus partes. Esta interrelación suele concretarse en tres grupos:

a) La parte por el todo o viceversa.

“¡Oh luna, cuánto abril! (‘primavera’) J. Guillén.

“Francia (‘el ejército francés’) fue vencida en Pavía”

b) La especie por el género.

“No sabe ganarse el pan”. (‘Los alimentos’)

“Los mortales no se consuelan”. (‘Las personas’)

c) El plural por el singular.

“El español es valiente”. (‘Los españoles’).

Antonomasia.

Es una variante de la perífrasis y la sinécdoque. Consiste en sustituir el nombre propio, histórico o mitológico por una perífrasis:

“La ciudad del Guadalquivir” (‘Sevilla’).

“La de los rosados brazos” (La diosa Aurora).

Una variante de este recurso consiste en que el nombre propio sustituya a un apelativo:

En ventura Octaviano;

Julio Cesar en vencer

e batallar” J. Manrique.

Litote.

Se trata de la sustitución de una expresión por la negación de su contrario:

“El aire se serena

y viste de hermosura y luz no usada” F. Luis de León.

Hipérbole.

Uso de un término que valora o describe las cosas fuera de sus proporciones normales. Engrandece o empequeñece las cualidades o las acciones exageradamente:

“Con mi llorar las piedras se enternecen” Garcilaso de la Vega.

Se usa con frecuencia para producir efectos irónicos y grotescos:

“Érase un hombre a una nariz pegado” Quevedo.

Metáfora.

Consiste en nombrar un elemento con otro término con cuya significación presenta una relación de analogía. Tiene como base la comparación.

La división tradicional distingue entre metáforas impuras, en las que se conserva el término real (A) y metáforas puras, donde éste ha desaparecido.

Podemos establecer varias fórmulas:

1. A es B (metáfora impura): “Mi corazón es una almohada negra”

2. B es A ( idem): “Donde el vacío es luna”. Consigue más intensidad.

3. A de B (idem): “Los suspiros se escapan de su boca de fresa”

4. B de A (idem): “Tocando el tambor del llano.”

5. A, B (metáfora impura aposicional): “El otoño: isla de perfil estricto”.

6. A, B, B’, B’’ (met. imp. descriptiva o impresionista): “Por el olivar venía, bronce y sueño, los gitanos.” El plano real da lugar a más de una evocación.

7. Metáfora superpuesta. Una evocación va provocando otras:

Nuestras vidas son los ríos

que van a dar a la mar

que es el morir.” Manrique.

8. B en lugar de A (metáfora pura). Desaparece el término real:

“Enhiesto surtidor de sombra y sueño” (‘un ciprés’). G. Diego.

Sinestesia.

Consiste en atribuir la sensación propia de un sentido corporal a una realidad que no se percibe a través de éste. Es una figura relacionada con la metáfora y frecuentemente vinculada a ella: “sonido azul”, “sabor aterciopelado”.

Ironía.

Es un procedimiento por el que se afirma o se sugiere lo contrario de lo que se dice con las palabras, de forma que pueda quedar claro el verdadero sentido de lo que se piensa.. Es un recurso fundamental en la literatura humorística y satírica. Cuando contiene una burla despiadada recibe el nombre de sarcasmo. En general, la expresión irónica va acompañada de una determinada entonación para que sea percibida como tal. En la lengua escrita, el lector debe descubrirla a través del contexto.

Alegoría.

Es la metáfora continuada. Se designa también con el nombre de metáfora textológica. Un ejemplo tradicional es la introducción de Los Milagros de Nuestra Señora de Berceo.

Eufemismo.

Se trata de la sustitución de un término tabú (expresión que se considera hiriente, inoportuna o “peligrosa”) por una expresión menos comprometedora:

“El enemigo malo” (‘demonio’) Berceo.

“Pasar a mejor vida” (‘morir’)

IV LAS FIGURAS DE PENSAMIENTO

Figura de pensamiento es un concepto de la retórica clásica que engloba un número grande y discutido de recursos. Estos son difícilmente clasificables según el criterio de los niveles lingüísticos porque, aunque queden plasmados a través de determinados mecanismos fónicos, gramaticales o léxico-semánticos; la base de cada figura no está en esos procedimientos, sino en el modo de pensamiento o en la intención de afectar al receptor del mensaje que reflejan.

A pesar de lo dicho y dado que afectan a la significación, pueden estudiarse en el nivel semántico.

Acumulación.

Consiste en la enumeración de una serie de palabras, sintagmas o proposiciones interrelacionados por su función análoga y complementaria en la descripción de un personaje, acontecimiento o situación. Aunque la hemos descrito como enumeración, ésta es otra figura estilística e implica mayor orden y organización de los elementos que se citan.

Proponemos como ejemplo de acumulación la reflexión antifeminista de Sempronio ante Calixto en La Celestina:

“Pero destas otras, ¿quién te contaría sus mentiras, sus tráfagos, sus cambios, su liviandad, sus lagrimillas, sus alteraciones, sus osadías? Que todo lo piensan, osan sin deliberar. ¿Sus disimulaciones, su lengua, su engaño, su olvido, su desamor, su ingratitud, su inconstancia […] su desvergüenza, su alcahuetería?

Antítesis.

Es la contraposición de dos ideas o pensamientos, que adquieren así mayor expresividad y viveza. Este contraste se da a veces, oponiendo dos palabras antónimas (Garcilaso: “Conozco lo mejor; apruebo lo peor”) o frases enteras (Bécquer: “La brilladora lumbre es la alegría / la temerosa sombra es el pesar”).

Paradoja.

Es una antítesis que hermana dos ideas contrarias en un mismo pensamiento, dando lugar a una contradicción que es solo aparente, pues encierra una realidad más profunda o un modo nuevo de ver la verdad. Es un recurso frecuentemente utilizado en la literatura mística y barroca. En la época contemporánea se considera un recurso propio del estilo unamuniano.

“Vivo sin vivir en mí,

y tan alta vida espero,

que muero porque no muero.” Santa Teresa.

Oxímoron.

Consiste en la unión de dos términos de significado opuesto, que lejos de excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten:

La música callada,

la soledad sonora.” S. Juan de la Cruz.

“Broma macabra” Valle-Inclán.

Descripción.

Consiste en la presentación de detalles sobre personajes, sensaciones, objetos, paisajes, etc, en el marco de un texto del que pueden formar parte otras modalidades discursivas, como la narración, el diálogo y el monólogo. La retórica tradicional distingue diversos tipos de descripción: del aspecto físico de un personaje (prosopografía), de su índole psicológica y moral (etopeya), de los rasgos físicos y morales (retrato), de un lugar o paisaje (topografía) y de los rasgos de un periodo histórico (cronografía).

Prosopopeya o personificación.

Consiste en atribuir cualidades de seres animados y corpóreos a otros inanimados o abstractos; o cualidades humanas a seres que no lo son.

La tarde loca de higueras

cae desmayada en los muslos

heridos de los jinetes.” Lorca.

Símil o comparación.

Presenta la relación de semejanza entre dos elementos entre dos elementos mediante la fórmula “A es como B” u otras similares:

“La noche suspendida

como un racimo de uvas negras”. L. Marechal.

Reticencia.

Es la frase que deja la frase sin acabar, sea porque se sobrentiende la idea (en cuyo caso equivale a una sugerencia llena de posibilidades humorísticas), sea por manifestaciones anímicas (figura patética, entonces). En el texto escrito se reconoce por los puntos suspensivos:

“Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! César Vallejo.

Interrogación retórica.

Es una pregunta que no precisa o de la que no se espera respuesta, porque la contiene implícitamente:

“¿Serás, amor,

un largo adiós que no se acaba?”. Pedro Salinas.

Exclamación.

Se trata de la expresión de emociones mediante una entonación adecuada (nivel fónico) y recurriendo frecuentemente a interjecciones (nivel morfosintáctico).

“¡Ay, qué terribles cinco de la tarde! Lorca.

Apóstrofe.

Consiste en dirigir la palabra, con emoción o vehemencia, a una persona o a una cosa, o a seres abstractos personificados. El apóstrofe puede realizarse en forma de pregunta, ruego, exclamación o mandato, y generalmente a través del vocativo o del imperativo:

“Para y óyeme, ¡oh Sol!, yo te saludo

y estático ante ti me atrevo a hablarte”. Espronceda.

Yo quiero ser llorando el hortelano

de la tierra que ocupas y estercolas,

compañero del alma, tan temprano”. M. Hernández.